En «defensa» del profesor Raul Zaffaroni: Menores y Responsabilidad penal

Alguien le advirtió hace un tiempo que si Ud. continuaba entrando y saliendo tan velozmente de tribunales iba a terminar chocando contra Ud. mismo. Le escribo hoy estas líneas porque veo que en los últimos días, ha acelerado ulteriormente sus ya raudos desplazamientos y en consecuencia podrían aumentar los riesgos respecto a los cuales lo han prevenido. Pero le escribo también por otro motivo. Porque probablemente la velocidad y las aparentes contradicciones de sus posiciones inducen a muchos, a mi juicio erróneamente, a pensar que Ud. carece de coherencia o mejor dicho, de hilo conductor. Es cierto que Ud. no ayuda mucho. Es verdad, aunque esto sólo lo sepamos muy pocos, que desde hace mas de 15 años Ud. es un tenaz y solapado opositor a la derogación del decreto de la dictadura 22.278 de 1980 (Régimen Penal de la Minoridad). Ud. dijo allá por el 2006 en un evento en el Senado de la Republica, que no era necesario modificar el mencionado decreto y que, con algunos retoques, podíamos perfectamente resolver jurídicamente la cuestión de los adolescentes infractores.

Luego vino el habeas corpus colectivo a favor de los menores de 16 años privados de libertad por “protección “en el “Instituto reeducativo” San Martin. Ud., autor intelectual y material de ese lamentable fallo que constitucionalizó el decreto de la dictadura dando vuelta un impecable fallo de la Casación (Fallo García Méndez-Musa, CSJN de 2008), dijo sí pero no o, ya no me acuerdo bien, no pero si. El mismo día que se conocía el fallo (2.12.2008)Ud. daba una entrevista a un diario judicial en la que declarándose partidario acérrimo del debido proceso para los menores de edad, criticaba ácidamente el contenido del fallo que horas antes había firmado. Pero sólo algunos meses después Ud. “ponía las cosas en su lugar”, declarando en mayo del 2009 (ver edición argentina de la Revista “Play Boy”)que Ud. sabia que el decreto de la dictadura era inconstitucional pero que lo debía declarar constitucional “por razones coyunturales” (sic). ¿Cuáles eran esas razones? Nada menos que el hecho que, dichos menores “estaban marcados para morir por la policía” (sic). Que imaginación profesor, usar una cárcel como lugar de protección para menores inimputables, no punibles y encima amenazados de muerte. A pocos se les hubiera ocurrido una idea más brillante.

Por otras cosas también, pero especialmente por esto yo siempre lo defiendo de las injustas y sobre todo ignorantes acusaciones que pretenden endilgarle el mote de “garantista” cuando se dirigen contra su persona.

Después vino el debate parlamentario. En el 2009. Ud. continuó saboteando por izquierda el proyecto de responsabilidad penal juvenil que finalmente obtuvo por unanimidad media sanción en el senado. Al mismo tiempo que presentaba un proyecto de ley (que después aclaró que no era un proyecto y que no lo presentaba, aunque yo y otros muchos lo conservamos y se los podemos alcanzar si no lo encuentra entre sus papeles), que preveía 15 años de privación de libertad para los menores de edad.

El resto es historia muy reciente y no hace falta refrescarle la memoria a ninguno. Ud. ha dicho en estos días que un año electoral no era un año para reformas de este tipo y que había que ocuparse de problemas más urgentes e importantes. ¿Se olvidó profesor que en el fallo del 2008 Ud. exhortaba al poder legislativo a reformar la ley penal juvenil cuanto antes?

Ya ve que no son sólo los malintencionados los que no comprenden cual es el hilo conductor de su pensamiento. También gente de buena fe se confunde. Si me permite y para salir en su “defensa”, a estos últimos les trataría de explicar que entender su línea de pensamiento es más sencillo de lo que parece. Basta saber, que el populismo jurídico es como el corazón, tiene razones que la razón no entiende.

Emilio García Méndez. Presidente Fundación Sur-Argentina.